domingo, 24 de noviembre de 2013

Y finalmente dolió.
La segunda sesión de braquiterapia fue realmente dolorosa.  Me dolió la introducción del aparatito, unos 5 minutos en que no daba crédito de lo que me estaba sucediendo. El fin de la omnipotencia. Transpiré a mares, creí que me desmayaba pero una vez mas aguanté porque no me quedaba otra.
En los 30 minutos siguientes -y con el aparatito adentro conectado a la bomba radioactiva- reflexionaba sobre la aparición del dolor. Finalmente el tratamiento dolía. Pensé que hasta ese momento la iba llevando de arriba y que no podía ser que un cáncer se curara con métodos indoloros. Yo he sido bastante cruel conmigo y apareció este viejo habito de pensar que todo se paga, por lo bueno y lo malo, de no ser merecedora. Así me enfermé.
Después hablaba con la Dra. y ella me decía que el cáncer de útero generalmente tiene su origen en el HPV, no es mi caso, pero que en realidad las causas son multifactoriales.
Yo creo que uno puede contagiarse o tener una carga genética, pero básicamente creo que uno se enferma por la suma de pensamientos negativos, por el estilo de vida que decide llevar, por impotencia, broncas, frustraciones y tristezas acumuladas. Por lo que he callado.
Yo doy clases a chicos de 5to año en una fundación. La semana pasada les conté sobre mi enfermedad y tratamiento. Aprovechando su juventud me atreví a darles un consejo: Que se respeten, quieran y cuiden. 
Hay que sacarlo todo afuera, como la primavera. Que como dice Piero, nadie quiere que adentro algo se muera.

martes, 19 de noviembre de 2013

A esta altura de las circunstancias
Perdí la libido y el pudor. Como comenté antes, veo un ambo -cualquiera sea el portador- y me bajo los pantalones, en automático. Espero que esto pase y recuperar mi intimidad.
Hoy comencé el tratamiento de braquiterapia. Mas dedos allá abajo y la novedad: un dr. me introdujo -con una presteza que en este punto agradezco- un aparatito. "En 40 minutos te lo retiro" me dijo y me dejó sola en la salita, en posición ginecológica. Una vez mas mirando un techo y con tiempo para pensar: recé, consideré destinos posibles para mis vacaciones y regalos de navidad. 
Un rato después se durmió mi pierna derecha, la moví, me enderecé un poco en la camilla y entonces lo vi: dos cables salían de mi vagina y se conectaban a un tanque que tenia impreso en letras gruesas: CAUTION RADIOACTIVE MATERIAL.
Compañeros eventeros: Para sus próximas fiestas ahórrense el robot de leds, si me tiran una luz negra seguro brillo, y voy por el pancho y la coca.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Mañana retomo el tratamiento, es la última etapa. Tengo un cag... No sé si mi optimista guerrera ariana me estará abandonando. Lo más probable sea que, comenzada la primera parte del tratamiento me calmé y olvidé una previa eterna (al menos así me pareció). Porque lo peor es no saber, cuando uno comienza se entera, ocupa y entrega sólo a una cosa: curarse.