martes, 24 de diciembre de 2013

Mañana es Navidad.

Quiero compartir con ustedes algo muy importante: mi regalo de Navidad.
Allá por mayo y el mismo día que me enteré que estaba enferma, me llamó mi hermano para contarme que iba a ser tía. El mismo día. El y su mujer estaban en una provincia conociendo a la chiquita que hoy es mi sobrina Antonia.
A partir de ese momento, ellos viajaron cada fin de semana miles de kilómetros a visitarla y para hacer los trámites de adopción.
Cuando Ana me sugirió el ejercicio de canjear un pensamiento negativo por dos positivos, aparecían siempre las dos mismas imágenes: la nena primero y una Navidad en familia con ella y un lindísimo vestido blanco.
Porque las leyes de adopción en este país son complejas, el proceso fue largo y doloroso. Antonia no terminaba de llegar. Pero yo estaba segura que eso sucedería cuando yo terminara el tratamiento.
Y así fue. Quince días atrás esta muñeca de dos años me hizo tía.
Y cuando la miro sé que Dios existe, que le puso cuerpo a mi esperanza.
¡Feliz Navidad para todos!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Harta de ser pinchada.

Noble raza la de las extractoras de sangre. Estas señoras tienen en general muy buena mano, confinadas a un pequeño consultorio sacan sangre a granel y cada tanto socorren a algún paciente al borde del desmayo. Tarea ingrata la de estas mujeres.
A mi me pincharon todos los lunes mientras duró el tratamiento. Hoy, a una semana de su finalización, regresé triunfante a hacer -por el momento- un ultimo laboratorio.  
La verdad es que yo siempre fui del modelo "sacame acostada", pero durante el tratamiento puse el brazo y jamás acusé recibo del pinchazo. Hablamos de esto con mis amigas que lo comparan con sus embarazos cuando se curtían frente al dolor. Probablemente nos terminamos acostumbrando y nos mentalizamos de que que el fin justifica los medios. 
Durante la extracción de esta mañana lamenté informarme de que volví a foja cero. Para colmo estas profesionales del pinchazo se empeñan en describir venas (Y pueden ser muy fanáticas en esto): que es finita, que está seca, que no se ve bien, que no sale nada.... Yo comencé a transpirar. Como aparentemente mis venas estaban poco generosas (Resultado de una semana descompuesta largando químicos, rayos y centellas), esta señora decidió entregarse a la ciencia y meterse a realizar sus excavaciones paleontológicas en mis dos brazos. Seguramente dio con alguna célula Nehardental a juzgar por mi aspecto cadavérico y por expresiones balbuceantes que salían de mi boca implorando piedad.
Lamentablemente mi romance con la aguja no termina, ahora tengo en carpeta dos tratamientos de conducto. Químicos y radiaciones alteraron el ph de la saliva y produjeron caries. 
Daños colaterales.
Pido mil disculpas a mis lectores impresionables. Yo sigo poniéndole onda, pero por el momento este tema me hinchó la vagina (No los huevos, aunque lo tengo y bien puestos).

martes, 3 de diciembre de 2013

GRACIAS A TODOS!

A mi familia, a mis amigos y a los de mi mamá. A mis compañeros de trabajo, a mis clientes, a quienes conozco poco y a quienes no conocía y se acercaron para alentarme. Es una alegría saber que cuento con todos ustedes. 
A los compañeros ocasionales de salas de espera, a los médicos y técnicos, a la ciencia y a los tratamientos menos ortodoxos. A mis gatos. A los de arriba. 
A Mariana que hizo de mi mesita de luz un altar y me compartió su cielo, a Ceci, Fernanda y Tato por insistir y asistir, a María Laura por su disponibilidad, al Pimpollo por el descubrimiento, y a María E., María L. y Sandrita, mis ángeles de la guarda.  
Su compañía me da alegría, seguridad y mucha fuerza. Valoro cada mensaje que me llega por facebook y al celular, los llamados, el aguante en salas de espera, los viajes en auto y los tupper con manjares (De amigos y sus madres conocedores de mi falta de talento culinario).
Recordaré siempre y muy probablemente extrañe todo esto. 
Los quiero.

lunes, 2 de diciembre de 2013

TERMINÉ

A la salida de mi última sesión del tratamiento llovía a cantaros. El cielo me bautizaba.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Y finalmente dolió.
La segunda sesión de braquiterapia fue realmente dolorosa.  Me dolió la introducción del aparatito, unos 5 minutos en que no daba crédito de lo que me estaba sucediendo. El fin de la omnipotencia. Transpiré a mares, creí que me desmayaba pero una vez mas aguanté porque no me quedaba otra.
En los 30 minutos siguientes -y con el aparatito adentro conectado a la bomba radioactiva- reflexionaba sobre la aparición del dolor. Finalmente el tratamiento dolía. Pensé que hasta ese momento la iba llevando de arriba y que no podía ser que un cáncer se curara con métodos indoloros. Yo he sido bastante cruel conmigo y apareció este viejo habito de pensar que todo se paga, por lo bueno y lo malo, de no ser merecedora. Así me enfermé.
Después hablaba con la Dra. y ella me decía que el cáncer de útero generalmente tiene su origen en el HPV, no es mi caso, pero que en realidad las causas son multifactoriales.
Yo creo que uno puede contagiarse o tener una carga genética, pero básicamente creo que uno se enferma por la suma de pensamientos negativos, por el estilo de vida que decide llevar, por impotencia, broncas, frustraciones y tristezas acumuladas. Por lo que he callado.
Yo doy clases a chicos de 5to año en una fundación. La semana pasada les conté sobre mi enfermedad y tratamiento. Aprovechando su juventud me atreví a darles un consejo: Que se respeten, quieran y cuiden. 
Hay que sacarlo todo afuera, como la primavera. Que como dice Piero, nadie quiere que adentro algo se muera.

martes, 19 de noviembre de 2013

A esta altura de las circunstancias
Perdí la libido y el pudor. Como comenté antes, veo un ambo -cualquiera sea el portador- y me bajo los pantalones, en automático. Espero que esto pase y recuperar mi intimidad.
Hoy comencé el tratamiento de braquiterapia. Mas dedos allá abajo y la novedad: un dr. me introdujo -con una presteza que en este punto agradezco- un aparatito. "En 40 minutos te lo retiro" me dijo y me dejó sola en la salita, en posición ginecológica. Una vez mas mirando un techo y con tiempo para pensar: recé, consideré destinos posibles para mis vacaciones y regalos de navidad. 
Un rato después se durmió mi pierna derecha, la moví, me enderecé un poco en la camilla y entonces lo vi: dos cables salían de mi vagina y se conectaban a un tanque que tenia impreso en letras gruesas: CAUTION RADIOACTIVE MATERIAL.
Compañeros eventeros: Para sus próximas fiestas ahórrense el robot de leds, si me tiran una luz negra seguro brillo, y voy por el pancho y la coca.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Mañana retomo el tratamiento, es la última etapa. Tengo un cag... No sé si mi optimista guerrera ariana me estará abandonando. Lo más probable sea que, comenzada la primera parte del tratamiento me calmé y olvidé una previa eterna (al menos así me pareció). Porque lo peor es no saber, cuando uno comienza se entera, ocupa y entrega sólo a una cosa: curarse.

jueves, 31 de octubre de 2013

Acabo de terminar con la primera etapa. Fueron 5 semanas de rayos diarios y 5 sesiones de quimioterapia. ESTOY FELIZ. Porque llegué hasta acá con toda la onda, porque aprendí acerca de todo lo que soy capaz, de mi enorme fortaleza, porque me quiero. Porque me quieren y porque quiero. Agradezco a todos por acompañarme, familia, amigos y conocidos. Descubrí también que esta buenísimo dejarse ayudar. No puedo dejar de expresar mi cariño y agradecimiento a todos ustedes.
FRANCIS RAMON

Por prescripción la Dra. me recomendó tener relaciones sexuales dos veces por semana, o comprar un vibrador. Según parece, con los rayos la vagina se angosta y el protocolo médico indica mantenerla... abierta, digamos.
Mis amigas opinan que este tratamiento es mejor aún que comer helado después de una operaciòn de amígdalas. Pero la verdad es que, como últimamente tengo la libido en menos 10, preferí olvidar el asunto aunque una voz en mi conciencia me dictara: pensá en el futuro.
El viernes tomaba el té con mi amiga "M" y su hija "A". "M" es mi amiga de toda la vida, nos conocimos en el pasillo del edificio cuando ella tenía 10 días y yo 4 de nacidas. Su hija es calma y hermosa, me llama "tía", somos familia. "A" tiene 22 años y está estudiando en Buenos Aires (Viven en una pequeña ciudad del interior).
El viernes las dos tomabamos el té mientras "M" estaba haciendo otra cosa. Mientras comíamos un tostado, le comenté a "A" que tenía que comprarme un vibrador. No sé cómo llegué a esta conversación con la hija de mi amiga de toda la vida (Aclaro ademas que "M" es catequista). La cuestión es que "A" muy tranquila me dice: Tía, los venden acá a la vuelta, en la galería de Santa Fe y Pueyrredón. Terminate el licuado y vamos. Aparece "M" y le comentamos el plan, se ruborizò como toda respuesta.
La galería era un laberinto de escaleras y pasillos, y mientras nosotras buscábamos al local en cuestion, "M" aprovechaba para "hacer un llamadito telefónico". Lo encontramos. "M": vayan vayan, yo ya entro.
En el local todo era enorme y duro. Yo quería algo mas amable. En el afán por no parecer tan tilinga, le expliqué al vendedor que me ofrecía un pene "ultra slim" de mi tratamiento, el me comentó que muchas mujeres visitaban el sex shop por el mismo tema.
Cuando "M" decidió entrar nos encontró a "A" y a mì con un adminículo en cada mano. "Señor, en este lugar hay cámaras?" fue todo lo que dijo.
Elegì no más el vibrador ultra slim, es muy suavecito. "A" decidió bautizarlo "Francis".
Más tarde, se lo presenté a mi amiga Sandra que fue a buscarme después del tratamiento de rayos. Ella decidió que Francis no calentaba. Lo rebautizamos entonces Francis Ramón.  

Aclaro que decidí ocultar la identidad de "M" y "A", por pudor (Mío, no de ellas. Aunque no lo parezca mi pudor tiene un límite, que es el otro)


martes, 29 de octubre de 2013


La mariposa y la flor
 
Cierta vez, un hombre pidió a Dios una flor y una mariposa.
Pero Dios le dio un cactus y una oruga. El hombre quedo triste, pues no entendió porque su pedido llegó errado.
Luego pensó con tanta gente que atender… y resolvió no cuestionar.
Pasado algún tiempo, el hombre fue a verificar su pedido que dejó olvidado. Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la mas bella de todas las flores y la horrible oruga se transformo en una bella mariposa.
Dios siempre hace lo correcto.
Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca que todo está errado.
Si pediste a Dios una cosa y recibiste otra, CONFÍA.
Ten la seguridad de que ÉL siempre te dará lo que necesitas en el momento adecuado. 
No siempre lo que deseas…  es lo que necesitas.
Como Dios nunca falla en la entrega de sus pedidos… sigue adelante sin dudar ni murmurar.
La espina de hoy… será la flor de mañana.
 
Gracias Agustina por este mensaje :-)

lunes, 7 de octubre de 2013

EGRESADAS 2013
Dedicado a las chicas de la sala de espera de Vidt.

Esta tarde me llamaron del centro de rayos para adelantarme el turno. Llegué al lugar acompañada de mi amiga María y nos encontramos con una sala de espera repleta de mujeres (Y un par de maridos pacientes) que hablaban sin parar.
Yo que me irradio a la noche, sólo me encuentro con Miriam y Andrea, por lo que este harem me tomó por sorpresa. Por supuesto ellas también estaban, para Andrea era su última sesión de rayos.
Como les decía, hablaban todas a la vez. De cómo protegerse del sol del verano, de la dieta, de los hijos, del trabajo. Había de diferentes edades y estilos, aparentemente diferentes y todas tan parecidas. Decididas, valientes, positivas, alegres, enérgicas y muy fuertes.
Esta semana la mayoría recibirá el alta y planean festejarlo en el restaurante de la vuelta del centro. Juntas recordaban la última semana del grupo anterior que se bautizó "La teta caliente" y no podían creer que ahora les llegara su momento. Después de tanto.
Todas mujeres. Le pregunte al operador de la maquina el por qué. Me dijo que el aparato estaba especialmente diseñado para tratar el cáncer de mama, que yo era su única vagina. Raro honor en un mar de lolitas.
Lolitas queridas, Feliz Egreso de este atípico año 2013. El fin de un ciclo, el comienzo de otro. Mas sabias? Con más fe? Ojalá. Para aproximarse con una nueva mirada al milagro de la vida. Que así sea.

domingo, 6 de octubre de 2013

Divina Laurita !!!  Con ese humor tan caracteristico que trae a nuestra memoria a su padre, a su amado padre, nuestro querido amigo e inolvidable Ricardo. Todo va a salir muy bien, estoy segura !!! Son momentos duros que la vida nos hace afrontar, pero el amor, la fuerza y las ganas de vivir nos hace superarlos y mirar hacia adelante llenos de esperanza...
Un abrazo enorme ...
Elsa.


Muchas gracias Elsa por tu carta y buenos deseos.
Amalia también me comentó que mi forma de escribir le recuerda a "la fina ironía" de mi papá.
Y creo -modestamente- que es así porque el siempre está conmigo, muy especialmente en este momento.
Elsa y Amalia han compartido muchos fines de semana y charlas de quincho con mi padre.
Quiero agradecerles a las amigas de mi mamá por sus mensajes, estampitas y oraciones, todo me llega.
Miro hacia adelante llena de esperanza.
Querida Laura:
Ya vas a ver que se hace llevadero el tratamiento, una vez que pasan los primeros días de la quimio. Los rayos son menos agresivos y a la vez necesarios para completar la prevención. Este, es un año muy particular. Al menos yo trato de sacarle algún provecho, aceptando lo que me ocurre, viendo lo positivo del tema que son los tratamientos y ofrecérselo a Dios, que Él me ayude a superar esta adversidad. Con la ayuda de los profesionales y el apoyo y amor de la familia, se sale adelante. Celebremos la vida!!!
Muy bueno tu blog, lo estuve leyendo!
Besos,
Andrea


Recibí anoche este mensaje de Andrea, a quien conocí la semana pasada en la sala de espera  del centro de rayos. Desde ese día charlamos cuando nos encontramos, y ella me contó su experiencia con el tratamiento que comenzó en mayo (Y además me pasó una dieta salvadora). Fueron tres días los que nos vimos. El viernes pasado me comento que el lunes era su última sesión de rayos. Pocas veces me sentí tan feliz en la piel de una persona que acabo de conocer. Querida Andrea, que tengas una vida muy feliz.

jueves, 3 de octubre de 2013

Nos curamos todos

Todos los lunes me hago un análisis de sangre para chequear si estoy anémica. La agujas ya no me impresionan, le pongo el brazo a cualquiera (Y no es una metáfora), lo mismo la vagina, veo un ambo del color que sea y ya me estoy bajando los pantalones. Mis amigas comentaban que durante sus embarazos les sucedía más o menos lo mismo, que se terminan acostumbrando a quedarse en pelotas y a que le metan dedos por ahí.

El lunes pasado después de la extracción, la enfermera me dio una ficha para la máquina de café. Estaba yo sentada tomando un mocacchino latte (Lujos que me doy en una dieta restringida) cuando aparece un señor, de unos 50/55 años vestido con un traje gris. Se detiene en una silla delante mío, baja la valija y abre el sobre con mucha delicadeza. Lee el resultado del estudio, me mira y dice: “Estoy curado”. Todavía se me llenan los ojos de lágrimas al recordarlo. “Yo tenía cáncer de próstata, el valor era de 11, por debajo de 4 estoy curado y acá dice 2,80”. Y me entrega el papel. Yo no sabía a qué valores el señor se refería, pero miro el papel y a pesar de mí incipiente presbicia leo y le anuncio triunfante: “No señor, acá dice 2,69!”

El hombre me pregunta por qué estoy yo allí. Le cuento de mi cáncer de útero. “Vas a esta bien" me dice, "en el hospital en el que yo me traté nos curamos todos.  Yo no valoré nunca la salud hasta este momento.”
Yo tampoco. Cada vez que se me presentaba la oportunidad de pedir tres deseos pensaba rápidamente: salud, dinero y amor, pero lo que realmente me importaba era lo segundo y lo tercero, que a la salud la daba por descontada. En realidad, lo que hice durante toda mi vida adulta es trabajar como una bestia. Como no puedo dejar de ser quien soy en cuatro meses, decidí tomarme la sanación como un trabajo. Que al fin y al cabo es lo que mejor me ha salido siempre.

Me terminé el café y salimos juntos a la calle. El me abrió la puerta. Yo me despedí diciéndole: “Adiós, que tenga una buena vida”. Y caminé hasta el subte feliz, conmovida y esperanzada por la aparición del hombre del traje gris.

 

jueves, 26 de septiembre de 2013

Pelucas rojas

Ayer tuve mi primera sesión de quimio. Media hora de espera (Un lujo). Una señora de unos 75 años -modelo abuelita encantadora- se dirige al recepcionista: Arielito puedo hacerte una consulta? Se me está cayendo un poquito el pelo y quería saber si puedo teñirme el que queda?
Coqueta la ancianita. Yo en cambio, frente a la posibilidad de quedarme pelada, ando con las raíces crecidas. Es más, mientras ella hablaba yo evaluaba la calidad de las pelucas de algunas señoras en la sala de espera.
Y la viejita continuó: Arielito, me está saliendo un poco de sangre de la nariz, es normal?
Mierrrda pensé: calva, peluquita, perder sangre...
Y finalmente la señora consulta: "Arielito, puedo ir el fin de semana caminando a Luján?"
Maestra, gracias!!
Me llaman y entro a una sala (A la que llaman "Hospital de Día", pega para atrás) con cómodos sillones donde había unas 6 o 7 personas conectadas a líquidos de diversos colores. Que no me toque el rojo, pensaba, el incoloro me da mas insípido e inodoro, como mas light. Había una tele prendida para entretenimiento de la audiencia.
Me asignan un sillón, me colocan la sonda y veo a un medico en la pantalla. Sorprendida me percato que el programa que habían sintonizado era "Pulseras rojas". No se si vieron el avance por Telefe pero es la historia de un grupo de niños enfermos de cáncer.
Disculpame linda, le dije a la enfermera, podes cambiar de canal?
Una hora y media mas tarde pasaba la ultima gota del elixir que asesinara al carcinoma, bien! me voy! Veo que avanza un segundo gotero -incoloro- con mi apellido. Me quede una hora mas departiendo con mi alegre vecina de peluca negra.
Ah! Un dato: una medica oncóloga me sugirió fumar la planta que inmortalizó Bob Marley (No se si puedo hablar abiertamente de ella), antes y después de la sesión de quimio. No sólo relaja, sino que también evita que el paciente se descomponga. Yo no fumo ni habanitos de chocolate, pero le di un par de pitaditas y el resultado fue excelente.

martes, 24 de septiembre de 2013

Hoy tenía mi segunda sesión de rayos. Llamaron una hora antes para avisarme que la máquina se había descompuesto.
Esperé mucho tiempo el comienzo del tratamiento. No sé si fue mucho en realidad, pero mas que suficiente para mi endeble psiquis (Y la de quienes me rodean). Y ahora esto.
Hice muchos llamado telefónicos al centro medico esperando el primer turno, frente a mi insistencia la señorita que atendía me dijo finalmente: "Es que hay muchas personas en tratamiento y pocas altas"
Un sistema de salud colapsado de enfermos de cáncer.
Poco alentador.
Mi cuerpo está feliz sano y en paz, y yo también.
La buena salud es mi derecho divino.
Me abro a recibir todas las energías sanadoras del universo. Sé que cada célula de mi cuerpo es inteligente y conoce la manera de sanarse. Mi cuerpo está siempre trabajando para la salud perfecta.
Ahora dejo marchar todo lo que impide mi perfecta curación. Aprendo nutrición y le doy a mi cuerpo alimentos sanos, buenos y completos.
Vigilo lo que pienso. Y sólo tengo pensamientos sanos. Libero, borro y elimino todos los pensamientos de odio, envidia, rabia, celos, miedo, autocompasión, vergüenza y culpa. Perdono a todas las personas que creo alguna vez me han hecho daño. Me perdono por haber hecho daño a otras personas y no haberme amado mas en el pasado.
Amo mi cuerpo. Envío amor a cada órgano, hueso, musculo y en especial a mis pulmones impregnándolos de amor en cada una de sus células.
Agradezco a mi cuerpo la buena salud que he tenido en el pasado.
Acepto la curación y la buena salud aquí y ahora.

Son las MEDITACIONES PARA SALVAR TU VIDA de Louise Hay.
Gracias Vanina :-)
El principio del final (De la enfermedad y de una larga espera)

Hace un ratito tuve mi primera sesión de rayos. Una "primera cocción" según mi hermano Diego.
Estoy muy aliviada porque tras meses de consultas a médicos e interconsultas, estudios, aprobaciones de la obra social (y no aprobaciones), hoy es el comienzo de mi tratamiento de sanación. Pero estoy también tristísima y muy angustiada. Sugestionada, ya me pica todo (Soy muy alérgica y mi piel se brota con disgustos justificados por perfumes, polen y plumas). No puedo dejar de pensar en que el tratamiento muy probablemente me dejará menopáusica. Y digo "muy probablemente" porque tengo la esperanza del milagro, de que mis ovarios sigan funcionando como hasta ahora y de comprar Ibu Evanol todos los meses. Porque tengo 45 años y hormonas para seguirlas disfrutando.
No encuentro palabras suficientes para definir la angustia que representa la pérdida de algunas funciones del cuerpo, de la juventud. Porque envejecer no es sólo "que no me venga mas", envejecer -o madurar, mejor- es darme cuenta de que estoy enferma, y de que no tengo mas la impunidad de pensar que soy eterna.
"El tratamiento te va a salvar la vida" dicen mis amigas. Mi tratamiento son rayos todos los días y una sesión de quimioterapia, por seis semanas. Yo doy por descontado que voy a vivir, pero suena tan frívolo pedir que mi cuerpo no cambie tanto?? Que mis ovarios sigan funcionando contra todo pronóstico, que mi vagina no se seque, que la quimio no me deje gorda y pelada???
Nunca fui el tipo de mina que levanta tipos en un boliche por tener buenas lolas o una linda cola, de hecho en el reparto me tocó poco de eso. Pero me gusta el cuerpo que habito, porque es noble y me trajo muy bien hasta aquí.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Acabo de escribirle a mi amiga Coqui: esta enfermedad tiene cosas buenas, muchas personas me acompañan. Soy muy afortunada.

jueves, 12 de septiembre de 2013

El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo (Ramón Gómez de la Serna)

Vas a sentir claustrofobia, un liquido que te incendia por dentro, un ruido ensordecedor, etc. etc. etc. Asesorada por una cumbre ilustre de conocidos me acercaba al resonador, patética en mi batita de papel celeste (Esa que se abre siempre en la cola).

Me acosté y para mi sorpresa un cielo diáfano se abrió ante mis ojos, los pajaritos cantaban. Doctor Doctooor!! Ya me fui al cielo??

Breve paraíso. Apareció una técnica para decirme que me quede muy quietita y que me daba un botón para pulsar en caso sea necesario (Si me incendio, me ahogo o quedo sorda). Así durita, con el huesito dulce ya clavado en la tabla, me deslizaron adentro de un tubo. Muy lentamente iba perdiendo mi cielo. Que era ese túnel? La antesala del infierno? Por un momento fantaseé que iba derechito al averno, me pareció una alternativa muy sexy, yo que siempre me sentí boba de tan buenita.

Perdí la noción del tiempo. Traca traca traca. Trrrrrrrrrrrrrrrrrrr. Traca Traca. Recé varios rosarios (Nunca supe cada cuantos Ave María va el Padre Nuestro), luego traté de pensar en cosas agradables como me enseñó Ana: CANJEAR UN PENSAMIENTO NEGATIVO POR DOS POSITIVOS. Al final estaba muy aburrida de hacer ejercicios con la mente y me sacaron, para ponerme un liquido de contraste y volverme a meter. Las agujas me desmayan. Empecé a sentir frio y sudor... mierda, me voy a desmayar... toque el botón. Me sacaron, amablemente la técnica me dijo: Si te desmayas vamos a tener que repetir todo el estudio de nuevo (Lero lero). Me metió nuevamente en el túnel y decidí contar las manchas de resonador, como me seguía sobrando tiempo pensé en que saldrían muy bien con Cif.

Dos horas después me sacaron del todo. Yo seguía quieta, mirando para arriba. Adormilada descubrí que el cielo era un vitraux de dudoso gusto (Y que los pájaros trinaban en una grabación). Vas a tener que volver, me dijo la técnica triunfante, te moviste! 





EMPEZANDO A ANDAR

Comencé con la biopsia, el primer estudio de una lista que por momentos me resulta interminable.
El Dr. XXX sacó una muestra del cuello del útero en donde está la herida. Lo puso a flotar en un tarrito para que al día siguiente yo lo lleve al laboratorio.
Mientras viajaba en el subte pensaba que, si alguien osaba robarme la cartera no sólo se llevaría plata, el celular, mi carísimo maquillaje hipoalergénico sino también un pedacito de mi ser.
No sucedió. Hice la entrega y me indicaron que llame en 15 días para buscar el resultado.
Dos semanas mas tarde almorzaba con mi amiga Cecilia. Me preguntó por la biopsia y le comenté que no lograba comunicarme con el laboratorio. Porota es la negación, sentenció Cecilia, pasame el teléfono que llamo yo. Aclaro que me nombre es Laura, pero mi mamá y algunas amigas de toda la vida me llaman Pepi/ Pepa, otras Gladys y para Cecilia soy Porota. Creo que lo merezco, incapaz de recordar un nombre he rebautizado a la gente toda mi vida.
Como a Ceci tampoco la atendieron me metió en un taxi derechito al laboratorio. Es una chiquita de armas tomar. Grandísima fue nuestra sorpresa cuando llegamos al lugar. EL LABORATORIO NO EXISTIA MAS. Dónde esta mi útero?? Un cartelito anunciaba lánguidamente NOS MUDAMOS.
Pero la reconcha, soy una posible enferma oncológica. No da.
Entonces Ceci me trepó a otro taxi que nos condujo a la nueva dirección. Su intención era putearlos hasta en esperanto (Como les dije es muy de armas tomar, y abogada además) pero la llame a recato. Pensando en que si ella gritaba mucho, los del laboratorio iban a alterar los resultados del estudio para peor.
Los tenían y me entregaron el primero de una larga serie de sobres (Temibles, ya trataré mi relación con ellos). Ceci  lo abrió, querés que lo lea y te cuento? No vamos a entender nada... le respondí. Porota, tengo experiencia por mi suegra y porque mi viejo es traumatólogo. A ver.... acá dice que efectivamente es un carcinoma... pero usan adjetivos del estilo "leve", "poco" y "moderado". No puede estar tan mal.
Al final concluí que mi útero era como Platero: pequeño, peludo y suave.

lunes, 9 de septiembre de 2013

QUIEN SOY Y A DONDE VOY

Después de la primera consulta con el oncólogo salí a la calle sin brújula. Con el entendimiento anestesiado empecé a caminar y me perdí en pleno centro porteño.
Aturdida por una sensación de extrañeza total: este cuerpo ya no era mi hogar porque un monstruo negro, gelatinoso y vengativo lo habitaba.
Y yo que me sentía tan confortable en mí misma.
Soy aries con un fortísimo ascendente virgo. Metódica, políticamente correcta, obsesiva, ordenada y habilidosa resolviendo situaciones bajo estrés. Así me asumí después de muchos años de terapia, más para beneficio de mis clientes que propio. Pero esa noche nada, mi sistema nervioso colapsó y estaba en shock con la cabeza en blanco. Así también estaba mi corazón. Incapacidad total de pensar y sentir.
A partir de ese momento vivo una vida entre paréntesis. No puedo anclar en ningún lugar conocido, en ninguna de mis mañas, no me reconozco. Vivo el desconcierto y la adrenalina de la próxima noticia, siempre esperando en salas de espera el próximo resultado.
Atravieso la típica situación que todos creemos que le pasa a otros, e intento afrontarla con toda la entereza, humor y responsabilidad que puedo. No me siento heroica, no me doy pena, no me da pudor hablar de esto.   
Como diría Julia Roberts en Notting Hill: "Soy una mujer ordinaria a la que le pasan cosas extraordinarias".
Y la vida es así. Llega un momento en que tenemos que enfrentarnos al monstruo de nuestras pesadillas. No es tan tremendo. Frente a esa situación uno se da cuenta de que al final, todos tenemos uñas de guitarrero.
PRIMERA NOTICIA: SUSTO Y DESCONCIERTO

En mayo estaba con poco trabajo, y decidí justificar mi tiempo ocioso con chequeos médicos (Yo no me privo). Ahí recordé el papelito en donde la dra. me había escrito el nombre del medico al cual me derivaba.
Grande fue mi sorpresa cuando, aburridísima en la sala de espera (Fueron mas de dos horas en ese sillón), decidí leer los títulos que colgaban en todas las paredes: Dr. XXX Medico Oncólogo. El corazón comenzó a latirme fuerte. Me sentí mas sola que nunca.
Soy soltera, tomo sola mis decisiones, me manejo bien, y hasta ese momento jamás se me hubiera ocurrido ir acompañada a una cita con un medico.
El Dr. me atendió muy amablemente, me revisó y aventuro la palabra carcinoma. Me desmaye en la camilla, en posición ginecológica. Imaginen la escena: pleno invierno, de la cintura para arriba sweater y bufanda, de la cintura para abajo en bolas, mis patitas de tero en los estribos, y un par de medias rayadas que sólo venían a empeorar la escena.
No sé cuanto tiempo estuve así, calculo que una hora.
Cuando salí del consultorio ya no era la misma.
En todo este tiempo, y han pasado 4 meses, no he vuelto a serlo.

Tengo cáncer: angustia, malas noticias y (buen) humor

Nunca imaginé que encontraría un amor en el living de la casa de mi mamá. Ella me llamó diciéndome: Pepi, tu primo francés esta en Buenos Aires, es músico en gira y quiere conocer a la familia. Lo que me faltaba pensé, estoy en temporada alta, mañana tengo que trabajar en una fiesta de 15 y esta noche hacerle el aguante a un primo y en francés. Porque la vida te da sorpresas, lo miré y fue amor a primera vista. Después de la cena lo invité a caminar por mi barrio (Vivo en San Telmo, híper justificado el tour nocturno) y después a tomar un café en mi casa. Pasamos todo el fin de semana encerrados, con la impunidad y libertad que nos dio el saber que sólo teníamos 48hs. Obviamente el sábado hice la fiestita y creo que ese salón nunca vio una organizadora más motivada en pleno diciembre. El poder de las hormonas. Terminada la fiesta volví a encerrarme con el señor (Al que a ese punto me costaba decirle "mi primo") hasta el lunes en que regreso a su país.
Tuvimos mucho sexo y del bueno. Tengo 45 años y creo que por primera vez en mi vida perdí literalmente la cabeza. Ese fin de semana sangre mucho, pensé que tenía que ver con el uso y abuso de mi vagina que prácticamente no había tenido acción en todo el año (No es que no tuviera propuestas, soy una chica muy selectiva).
A poco tiempo de regresar a su país, el señor saco un pasaje de regreso a Baires.
Decidí entonces consultar a mi ginecóloga para evitarnos la molesta pérdida de sangre, que no dolía, pero era abundante y me impresionaba un poco.
La dra. me derivo con un medico al que me sugirió ir a ver tranquila, una vez que el candidato me haya visitado.
En paralelo consulté con mi medico naturista que me dio una serie de tinturas madres.
La cuestión es que pasé 10 días encerrada con mi amante francés y no perdí ni una gota. Decidí entonces que las tinturas naturales y el milagro del amor me habían sanado, y decidí convenientemente olvidar la historia.