martes, 24 de diciembre de 2013

Mañana es Navidad.

Quiero compartir con ustedes algo muy importante: mi regalo de Navidad.
Allá por mayo y el mismo día que me enteré que estaba enferma, me llamó mi hermano para contarme que iba a ser tía. El mismo día. El y su mujer estaban en una provincia conociendo a la chiquita que hoy es mi sobrina Antonia.
A partir de ese momento, ellos viajaron cada fin de semana miles de kilómetros a visitarla y para hacer los trámites de adopción.
Cuando Ana me sugirió el ejercicio de canjear un pensamiento negativo por dos positivos, aparecían siempre las dos mismas imágenes: la nena primero y una Navidad en familia con ella y un lindísimo vestido blanco.
Porque las leyes de adopción en este país son complejas, el proceso fue largo y doloroso. Antonia no terminaba de llegar. Pero yo estaba segura que eso sucedería cuando yo terminara el tratamiento.
Y así fue. Quince días atrás esta muñeca de dos años me hizo tía.
Y cuando la miro sé que Dios existe, que le puso cuerpo a mi esperanza.
¡Feliz Navidad para todos!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Harta de ser pinchada.

Noble raza la de las extractoras de sangre. Estas señoras tienen en general muy buena mano, confinadas a un pequeño consultorio sacan sangre a granel y cada tanto socorren a algún paciente al borde del desmayo. Tarea ingrata la de estas mujeres.
A mi me pincharon todos los lunes mientras duró el tratamiento. Hoy, a una semana de su finalización, regresé triunfante a hacer -por el momento- un ultimo laboratorio.  
La verdad es que yo siempre fui del modelo "sacame acostada", pero durante el tratamiento puse el brazo y jamás acusé recibo del pinchazo. Hablamos de esto con mis amigas que lo comparan con sus embarazos cuando se curtían frente al dolor. Probablemente nos terminamos acostumbrando y nos mentalizamos de que que el fin justifica los medios. 
Durante la extracción de esta mañana lamenté informarme de que volví a foja cero. Para colmo estas profesionales del pinchazo se empeñan en describir venas (Y pueden ser muy fanáticas en esto): que es finita, que está seca, que no se ve bien, que no sale nada.... Yo comencé a transpirar. Como aparentemente mis venas estaban poco generosas (Resultado de una semana descompuesta largando químicos, rayos y centellas), esta señora decidió entregarse a la ciencia y meterse a realizar sus excavaciones paleontológicas en mis dos brazos. Seguramente dio con alguna célula Nehardental a juzgar por mi aspecto cadavérico y por expresiones balbuceantes que salían de mi boca implorando piedad.
Lamentablemente mi romance con la aguja no termina, ahora tengo en carpeta dos tratamientos de conducto. Químicos y radiaciones alteraron el ph de la saliva y produjeron caries. 
Daños colaterales.
Pido mil disculpas a mis lectores impresionables. Yo sigo poniéndole onda, pero por el momento este tema me hinchó la vagina (No los huevos, aunque lo tengo y bien puestos).

martes, 3 de diciembre de 2013

GRACIAS A TODOS!

A mi familia, a mis amigos y a los de mi mamá. A mis compañeros de trabajo, a mis clientes, a quienes conozco poco y a quienes no conocía y se acercaron para alentarme. Es una alegría saber que cuento con todos ustedes. 
A los compañeros ocasionales de salas de espera, a los médicos y técnicos, a la ciencia y a los tratamientos menos ortodoxos. A mis gatos. A los de arriba. 
A Mariana que hizo de mi mesita de luz un altar y me compartió su cielo, a Ceci, Fernanda y Tato por insistir y asistir, a María Laura por su disponibilidad, al Pimpollo por el descubrimiento, y a María E., María L. y Sandrita, mis ángeles de la guarda.  
Su compañía me da alegría, seguridad y mucha fuerza. Valoro cada mensaje que me llega por facebook y al celular, los llamados, el aguante en salas de espera, los viajes en auto y los tupper con manjares (De amigos y sus madres conocedores de mi falta de talento culinario).
Recordaré siempre y muy probablemente extrañe todo esto. 
Los quiero.

lunes, 2 de diciembre de 2013

TERMINÉ

A la salida de mi última sesión del tratamiento llovía a cantaros. El cielo me bautizaba.