jueves, 31 de octubre de 2013

FRANCIS RAMON

Por prescripción la Dra. me recomendó tener relaciones sexuales dos veces por semana, o comprar un vibrador. Según parece, con los rayos la vagina se angosta y el protocolo médico indica mantenerla... abierta, digamos.
Mis amigas opinan que este tratamiento es mejor aún que comer helado después de una operaciòn de amígdalas. Pero la verdad es que, como últimamente tengo la libido en menos 10, preferí olvidar el asunto aunque una voz en mi conciencia me dictara: pensá en el futuro.
El viernes tomaba el té con mi amiga "M" y su hija "A". "M" es mi amiga de toda la vida, nos conocimos en el pasillo del edificio cuando ella tenía 10 días y yo 4 de nacidas. Su hija es calma y hermosa, me llama "tía", somos familia. "A" tiene 22 años y está estudiando en Buenos Aires (Viven en una pequeña ciudad del interior).
El viernes las dos tomabamos el té mientras "M" estaba haciendo otra cosa. Mientras comíamos un tostado, le comenté a "A" que tenía que comprarme un vibrador. No sé cómo llegué a esta conversación con la hija de mi amiga de toda la vida (Aclaro ademas que "M" es catequista). La cuestión es que "A" muy tranquila me dice: Tía, los venden acá a la vuelta, en la galería de Santa Fe y Pueyrredón. Terminate el licuado y vamos. Aparece "M" y le comentamos el plan, se ruborizò como toda respuesta.
La galería era un laberinto de escaleras y pasillos, y mientras nosotras buscábamos al local en cuestion, "M" aprovechaba para "hacer un llamadito telefónico". Lo encontramos. "M": vayan vayan, yo ya entro.
En el local todo era enorme y duro. Yo quería algo mas amable. En el afán por no parecer tan tilinga, le expliqué al vendedor que me ofrecía un pene "ultra slim" de mi tratamiento, el me comentó que muchas mujeres visitaban el sex shop por el mismo tema.
Cuando "M" decidió entrar nos encontró a "A" y a mì con un adminículo en cada mano. "Señor, en este lugar hay cámaras?" fue todo lo que dijo.
Elegì no más el vibrador ultra slim, es muy suavecito. "A" decidió bautizarlo "Francis".
Más tarde, se lo presenté a mi amiga Sandra que fue a buscarme después del tratamiento de rayos. Ella decidió que Francis no calentaba. Lo rebautizamos entonces Francis Ramón.  

Aclaro que decidí ocultar la identidad de "M" y "A", por pudor (Mío, no de ellas. Aunque no lo parezca mi pudor tiene un límite, que es el otro)


5 comentarios:

  1. Aguante Sir Francis Ramon!!!!

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  2. Sos una grosa Laura... Te deseo lo mejor.. Mil besos Evan de Ayacucho jejej

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    1. Gracias Evan! Mantendremos en reserva las identidades de "M" y "A", será nuestro secreto (A voces?) Jajaaa

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  3. dios, Perón, Maradona y ¡Francis Ramón!

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